La historia de Chopper

La información clasificada sigue siendo clasificada...
aunque se deje tirada por cualquier parte yde cualquier. Lo mejor sera dejarlo todo colocadito sin mirar. Y arropar al maestro, que aunque sea el gran lider y no tema el frío, agradecera una mantita.

Tyson se desperezó sobre el sofá y acto seguido volvió a cubrirse con la manta. Poco a poco su cuerpo le iba pidiendo volver a la acción. El sol estaba en lo alto y, aunque tentadora, debía abandonar su ocupación actual.

Apartó la manta y... volvió a mirar la manta. Vio el montón ordenado de papeles sobre la mesa. Cada vez que un milagro así ocurría en esa casa un nombre venía a su mente.

-Chopper.

Se levantó y recorrió la casa en busca de su... de su... de Chopper.

-Hola, Chopper. Tengo una cosa que de... ¡Dios mío!¿Estás herida?

¿Un rasguño?¡Eso es un disparo! -pensó Tyson. Estuvo a punto de gritárselo a la cara, pero viendo la calma y la tranquilidad de Chopper decidió callarse y no parecer un histérico. Además, la herida parecía tratada, obra de Leo probablemente.

-Está bien, está bien... -terminó por decir Tyson-. Sí, hay algo que quería enseñarte. Ven al salón.

Mientras iba a por sus papeles Tyson se percató de cómo había formulado Chopper su pregunta. Él había dicho "de..." y ella le preguntaba por algo que quería "enseñarle". Volvió a ver los papeles perfectamente ordenados y supuso que ya de paso les había echado un vistazo. Era normal su curiosidad, a fin de cuentas era una mujer.

-Veo que has recolocado los papeles que dejé en la mesa. No quiero que hables de ello con nadie. Cuantos menos sepan de esto mejor. Al menos de momento.

No debía enterarse nadie. Cuando Chopper tapó a Tyson con la manta y comenzó a reordenar papeles Jimmy todavía se encontraba en la casa. Él los miró por encima de su hombro y le preguntó qué eran, a lo cual ella contestó...

Planes del Maestro Tyson. No sé, no entiendo su letra.

¿El Maestro Tyson estaba enfandado? Solo ha parecido un momento, pero... Es por
haberte dejado herir. No debería mostrar debilidad enfrente del Maestro.
Tranquilidad, a fin de cuentas no ha dicho nada. Afirma y escucha. Debes de haber estado haciendolo bien si te va a confiar un secreto.

Jimmy se había marchado poco tiempo después. No se había tragado esa mentira y Chopper lo notó, pero no insistió en el tema.

-He estado investigando sobre el tema -prosiguió Tyson-. y creo que es una idea muy buena. Me ha costado toda la noche localizarles pero ha valido la pena. He apuntado aquí todo lo que necesitamos. Bueno, en realidad es sólo una dirección, no es como si fueran haciendo panfletos y cosas así... Ah, sí, espera, me dieron uno. Toma.

Tyson le entregó un papel doblado. En él había escrito:

"Torneo de Street Fighter.
Se buscan nuevos talentos. No se aceptan miembros actuales del circuito.
Si crees que tienes lo que has de tener, demuéstralo."

-¿Qué te parece?

¿De qué cojones estaba hablando? ¿Probar modelos? ¿Recolectar información? Si esas palabras provenían de la información que tenía en la cabeza eso significaba que Shadaloo... daba igual, Shadaloo no existía ya. Los Lightning Skulls lo sabían bien. Fueron inocentes víctimas colaterales.

-No, esta vez no. Tenía pensado que fueras tú la que participaras.

-Estooo...sí. Claro. Eso es.
Las pruebas serán pasado mañana Viernes. A las... ¿dónde demonios está la maldita hoja? Ah, aquí. A las 24:00. Aunque claro, tendremos que presentarnos antes.
Creo que será una gran oportunidad, seguro que lo haces bien.

Tyson se percató de un pequeño detalle al mirar por la ventana.

-¿Qué hora es? Joder, me he perdido la reunión. ¿Me he perdido algo?

Así que tomaron medidas contra una banda rival. Al ver de nuevo la herida de Chopper supo perfectamente qué clases de medidas.

Y se lo había perdido, le iba a caer una gorda. Tenía que asegurarse de que Chopper no lo viera. No sabía hasta qué punto su programación era capaz de anular su sentido común.

-Bien, bien. El Gran John sabe ocuparse de esos problemas.

Unos segundos de silencio impregnaron la habitación hasta que Tyson se percató de que Chopper seguía allí inmóvil, en posición de firmes.

-Puedes retirarte.

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Tienes dos días hasta la siguiente escena.

Con una herida de bala en el hombro y un combate seguro dentro de 2 días, me conviene reposo. Así que rutina suave, hasta el día del torneo.

Terminaron de cenar y se prepararon para marchar. Los dos días de reposo le vinieron bien para que la herida terminara de curarse. La cicatriz no se la quitaría nadie, pero había cosas peores.

Chopper se puso su uniforme de combate mientras Tyson repasaba algunos papeles. Hoy era la gran noche, Tyson confiaba ciegamente en Chopper, a fin de cuentas había sido diseñada para el combate, ¿no? Y esta noche sólo iba a enfrentarse a unos matones de barrio, ¿verdad?. Al final se había enterado de lo ocurrido con los Diablos Metálicos. Ella lo había llamado nada que mereciese su atención. Cuando Chopper salió de su habitación se resignó a su suerte y se dirigieron a Gaming Street.

El torneo de Street Fighter iba a hacer honor a su nombre. Iban a pelear en la calle. Nada de gimnasios, ni rings ni cosas de esas. Sólo dos personas hostiándose en mitad de la calle. O les encantaba lo clásico o realmente había poco dinero por allí.

Encontraron a los organizadores en la entrada de la calle. Un tal Johnny "Bocafuego" se encargaba de las inscripciones. Al ver a Tyson puso cara de poker, con Chopper esbozó una sonrisa.

-¿Estás seguro que quieres apuntarte? -dijo Johnny. Al oirle empezaron a entender el por qué de su apodo.

-Sí, se apunta ella -contestó Tyson-. Su nombre es...

-De eso nada.

-¿Cómo?

-Aquí no admitimos chatarra.

Pregunta logística: ¿Aparte de Bocafuego hay más gente? ¿Bocafuego parece especialmente duro? Precauciones básicas antes de intimidar a alguien.

Chopper sostuvo con una mano a Tysson.

-No se enoje Maestro Tysson. Es obvio que el señor Bocafuego esta bajo mucho estrés. Comprenda que pasa todo el día dialogando con personas de mecha corta, que se entrenan para partir los huesos a todo aquellos que le enerven. Es obvio, que ha sido un pequeño lapsus por el cansancio. Por favor, respire hondo y vuelva a contestarnos, sin estresarse.

Bocafuego levantó una ceja. Poco a poco la fue bajando mientras su mirada se centraba en Chopper.

-Muy bien, señorita. Se lo diré sin estrés -se puso firme y la señaló con el dedo-. Vete a... -algo le hizo detenerse y apartar el dedo, una asociación de ideas y los restos del sentido común que aún atesoraba- otro campeonato, en éste sólo se admiten humanos.

Chopper tardo un rato en asimilarlo. Fracasar en verse lo suficiente fuerte y peligroso deja descolocado a cualquiera. Sobretodo cuando tu trabajo consiste en ser fuerte y peligroso. Tras un rato recolocando sus ideas, la motera pudo contestar:
-¿Humano? ¿Y se puede saber qué es lo que me saca de ser humano?

-¿El qué? Pues toda esa cha... implantes que tienes instalados.

-Disculpen, ¿hay algún problema? -dijo un hombre trajeado, larguirucho y de buen porte. Era extraño que no lo hubiese visto antes, destacaba sobremanera en aquel entorno.

-Hombre, el tipo con el que hablé -dijo Tyson-. El señor... Jackson ¿no era así?

-En efecto. Y veo que finalmente se ha decidido a participar -el hombre tenía un tono de voz tranquilo y pausado. Parecía un actor de teatro, con traje de abogado.

-No, yo no. Ella -Tyson señaló a Chopper. El señor Jackson la examinó como el que observa un perro de carreras.

-Me temo que eso no puede ser. Las reglas de esta competición son claras: Nada de implantes cibernéticos. Si no les importa, vengan conmigo. Dejemos de asustar al señor Bocafuego para que pueda continuar con su trabajo -el señor Jackson hizo un gesto para que le acompañaran. A Bocafuego le molestó el comentario, pero se mordió la lengua.

Por un momento Chopper pensó que debería decir algo así como:
-Supongo que deberíamos seguirle. ¿Verdad, Maestro Tyson?
pero le parecio demasiado atrevido, mejor algo del tipo
- ¿Le seguimos Maestro Tyson?

-Eeehhh, sí, claro...

El señor Jackson les guió hacia el interior de la calle. Los matones le reconocieron y les dejaron pasar sin poner ninguna objección. Allí dentro la gente se iba colocando como mejor podía para ver el espectáculo. Eso incluía subirse a contenedores, alguna escalera de incendios e incluso uno intentaba subirse a una farola. Los luchadores estaban concentrándose en lados opuestos de la calle.

El señor Jackson iba abriéndose camino sin demasiada dificultad, acostumbrado a esa clase de ambientes. Les llevó hasta una esquina relativamente vacía, la gente evitaba llenar ese espacio. Desde allí tenía una vista bastante decente de todo lo que ocurría en la calle.

-Como decía -les gritó por encima del ruido ambiental-, no va a poder participar en este torneo, señorita. Éste es sólo para humanos, no se admiten cyborgs. Sin embargo, existe otro torneo más adecuado para sus... capacidades.

-¿Un torneo para cyborgs?

-Efectivamente. Además, los premios son bastante más jugosos que en este de aquí.

Tyson miró a Chopper. El señor Jackson siguió su mirada.

-Hemos venido aquí a eso ¿No?

Aunque ahora que lo pensaba, había algo que no le cuadraba. Si el maestro Tyson ya había participado el año pasado, cosa que le descalificaba para este torne; pero aun así el Sr Jackson le había ofrecido participar... Parecía una flamante violación de las reglas... No tiene importancia, cuando se es una personalidad como Mr Tyson estas cosas son normales

También había algo extraño en la figura de Tyson peleando contra un individuo de 110 kg de músculos...
Pero no llegaba, a darse en cuenta de que era.

-Bien dicho -sacó un papel y una pluma, escribió algo y se lo entregó a Tyson-. El torneó será este domingo. Empezamos por la mañana. Esta es la dirección y la hora exactas. Decidles que van de mi parte. Si me disculpan, tengo un negocio que atender.

Tyson se quedó mirando el papel, absorto en sus pensamientos. Finalmente lo guardó y se encaminó a la salida.

-Será mejor que volvamos.

Tyson se mostraba extrañamente silencioso mientras caminaban por la calle hacia sus motos. No habían aparcado cerca del recinto del torneo. Mucha gente se toma a mal perder sus apuestas y las motos ajenas son buenos métodos para desahogarse*

Alerta: Nos están siguiendo.

Una persona caminaba tras ellos exactamente a su misma velocidad y tomando las misma calles. Por el ruido de las pisadas era un hombre alto, pesado y en absoluto sigiloso. Para obtener mayor información tendría que darse la vuelta, demostrando así que le había descubierto.

*Las aseguradoras de Metro City añaden una casilla en sus partes de accidente: "Destrozo por Street Fighter".

Tampoco era cuestión de ponerse nerviosa. Podría ser algún mirón. Lo mejor era cuestión de girarse, encaminarse hacia el supuesto espía y ver como reaccionaba.